Todos éramos niños buenos, estudiantes ejemplares, hasta que entrábamos en la magia de la calle Fúcar.
Se fue la magia y la papelería de al lado se hizo una santería.
Hoy Vicky, descubrió este blog.
Todos éramos niños buenos, estudiantes ejemplares, hasta que entrábamos en la magia de la calle Fúcar.
Se fue la magia y la papelería de al lado se hizo una santería.
Hoy Vicky, descubrió este blog.