Vino Zoe con los ojos fuera de sí y, para variar, la lengua azul a rastras.
Se chivaba: «Nala está loca, Nala está loca. Mira dónde se ha echado la siesta».
Tiene razón. Mira que meterse en la jardinera…
Vino Zoe con los ojos fuera de sí y, para variar, la lengua azul a rastras.
Se chivaba: «Nala está loca, Nala está loca. Mira dónde se ha echado la siesta».
Tiene razón. Mira que meterse en la jardinera…
[…] en mi manita de casa de unos vecinos. Desde entonces no ha hecho más que enseñarnos que algunos gatos son muy personitas, y que algunas personas somos muy […]
Esta la mar de agusto..