Al llegar decías «somos juguetes rotos». Pero érais juguetes que contaban, y contais verdades… Y como dices, manteneis el encanto y la capacidad de recuperación del oro viejo de los toreros de las fotos en blanco y negro.
Enrique, mil gracias por este regalo.
Hija, para Manu y para mi, ver que hay vocaciones que vienen detrás de dos viejos periodistas, ha sido un placer. Un día te verás rodeada de otros jóvenes reporteros, encantados de conocerte.
Vaya dos fichas de dominó del periodismo eterno. Enrique, muchas gracias por esa llamada, te la devolveré en cuanto me vague.
Tía, yo sabía que sabrías poner comentarios. ;)
Qué te crees,Enrique, aún no me he recogido, así que te llamaré mañana o pasado.