Este jueves ha sido tan duro como intenso. Por eso no he podido dedicar al blog como me gustaría. Tenía pendientes las fotos de los panda. Son encantadores, aunque sólo se dejó ver el macho. Lo mejor del acto fue el embajador chino con sus dos deseos finales: Que los podais sacar fotos a color y que hayan dormido bien para que no tengan ojeras…