El programa de mano, casi todas las tardes, deja mucho que desear. Ahora, si los hay, son oficialistas, cargados de publicidad cutre e infectados de faltas de ortografía -me niego a pensar que son erratas-.
Cuchillo Morante me ha hecho este regalito. Programa de mano del año 82. Entonces se anunciaba a Navalón. Ahora, puf, ¡qué iban a anunciar!
Debió ser una buena feria la del 82, la «corrida del siglo», Navalón haciendo tertulias diarias, tertulias de las que hacían en los 80 y no las cuchipandas canaperas a las que vamos ahora.
Nos hemos confundido de generación porque con 3 años no me dejaban venir a Las Ventas desde Mostoles.
Qué hombre más guapo, ¡Dios!, por dentro y por fuera.
La condesa de Estraza
Carmen, ¿guapo por fuera y por dentro?, pues en Salamanca se opina (yo, no) que tenía gatos en la barriga.
Tu helmana, charrita
El que la hacía la pagaba. Al que le daba un poquito le devolvía, con creces. A pesar de sus manías fue un hombre justo y supo vislumbrar las virtudes y defectos de los toreros mucho antes que los demás.
Arrea, laCharra, mi helmana, poniéndome la muleta. Guapo por fuera, no hay duda, por dentro, tampoco. Alfonso fue un ser humana único, excepcional, bueno no de bondad, sino de sabiduría.El rebelde eterno, el luchador contra toda injusticia, el provocador que agachabas las orejas y buscabas tablas si te imponías, con ese corazón «partío», su canción favorita, ¡que feria me dio aquel año que sali el tema de Alejandro Sanz!. Alfonso, siempre disuesto a ayudar, extraordinario compañero, un lobo con piel de cordero. Como a mí me van: Salve, Alfonso Navalón.