Y en el fondo es tan hondo mi dolor
porque me voy y no se puede cambiar,
de corazón como de sombrero
sin haber sufrido primero.Y en el fondo es tan hondo mi dolor
porque me voy y no se puede cambiar,
de corazón como de camisa,
y sin perder la sonrisa.
Andrés Calamaro ha sido mi compañero en un día de mucho ordenador.