No sé qué demonios pasaría. El primero en avisarme fue Sebastián Molina. La cuestión es que desaparecí de Facebook. Parece que alguien pretendía ser yo. He tenido que demostrar que «yo», soy yo. ¿Quién demonios querría ser Rosa J.C.? Hay que estar bobo… Como fuere, vuelvo a facebook. Soy de nuevo un pulido y valioso target publicitario.