El premio no es más nuestro, que tuyo, ciudadano con ganas de contar cosas. Mil gracias.
Otro día os cuento qué es exactamente eso de disturbios en Malasaña. En el cole estamos en silencio, cada leve sonido retumba como un tambor de Calanda en nuestra cabeza. Ah, por suerte nadie recuerda el «Yo como huevos».