Rodrigo Claver fue nuestro cicerone de lujo en Cochabamba, una ciudad de clima envidiable con un Cristo como el del Corcovado pero unos centímetros más grande y con una iluminación que cambia de color. Es como un Cristo radiactivo o algo así. Comimos en la Casa de Campo un sitio típico. Comí lomo a la chorrellana, bueno, no llegué ni a medio plato.
Aquí teneis a Rodrigo preparando la salsa de cerveza para condimentar el pique especial que se pidieron los chicos.