Volví a pasear por Madrid. Me encanta viajar, pero sé que mi ancla, está en Madrid, un lugar donde las calles gritan verdades como templos, donde los poetas urbanos son tan efímeros como las pintadas, donde la filosofía de usar y tirar se difunde a golpe de spray.
V de vivienda.
No vas a tener casa en la puta vida.
No se puede tener más razón, «la hipoteca amansa al obrero». Esa es la clave, intentar hipotecar a un pueblo, conseguirlo, y una vez hipotecado, que trabaje para nosotros.