La Navidad esa engañifa de amor al prójimo y sonrisa tatuada por decreto no impide que la gente siga durmiendo en la calle.
¿Qué pasará, ahora que hace todavía más frío, con los que símplemente duermen apoyados en su acordeón?
La Navidad esa engañifa de amor al prójimo y sonrisa tatuada por decreto no impide que la gente siga durmiendo en la calle.
¿Qué pasará, ahora que hace todavía más frío, con los que símplemente duermen apoyados en su acordeón?
Seguirán durmiendo en la calle, porque el espíritu de la navidad no llega a ciertos sectores, no hay albergues suficientes, ni medios para ellos, ni parece que intención de darle solución a esto. Esta gente necesita ayuda ¡YA!
Menos mal que ya acabó… Tenía ganas. Pasará lo de siempre: quedarán invisibles a nuestros ojos inundados por carteles anunciando las Rebajas…
Un beso, guapa!