Te crees que va a ser una peli de periodistas y te plantas ahí con tus palomitas y la mejor ilusión. Hasta que empiezan a sucederse topicazos, sensiblería sin profundidad, y malos con cara de malos. Más que una peli para remover conciencias o mostrar una realidad, parecía un argumento Disney. Los diálogos y muchas situaciones resultaban más que previsibles eran poco creíbles.
Desconecté, como la señora de detrás que se pasó el rato limándose las uñas o despertándose con su propio hipo, en esta frase:
«El peldaño más bajo para un periodista, ir a una guerra pagándose los gastos».
Lo único reseñable de «La Sombra del Cazador» es la moraleja final, con su toque de sarcasmo previo a los títulos de crédito.
Una vez más, el tráiler supera al largometraje.
Al salir, mientras esperaba en el baño, me hice una de las clásicas de espejo.
Qué seriedad!
Sin lugar a dudas, por tu cara, la película no te ha gustado.
Fue lo peor, tío.
¡Gracias por la advertencia! Así me ahorro los euros del cine.