En un rato salimos para Valdemorillo, de ahí, picar algo y rumbo a Tarazona.
Os dejo por aquí los puntos de mi intervención:
- Falta variedad de encastes y de toreros: algunas ilusiones. Adolfo, La Quinta, Fuente Ymbro, que resurja Victorino
- Ilustres funcionarios: Finito y demás comparsas. Gente que no molesta y no exige
- Falta competencia. Creen que mandar es ponerse las cosas fáciles
- Acumulación de poder: El torero nunca fue tan «manejado» como ahora, tampoco el ganadero. Empresarios pluriempleados
- Fraude, también, pero nos han terminado por habituar
- El aficionado: ¡a pagar y callar! ¿Qué será del mano a mano con campaña en internet Frascuelo-Pauloba?
- Toreros de ferias y circuito B
- Se quiere la cantidad, no la calidad. ¡Se celebra que cada año haya más corridas! Abundancia sin criba, sin selección todo vale. Adiós a la excelencia
- A vueltas con la televisión: excusa para unos motivos para dar corridas para otros. ¿Por qué no quieren dejarse ver?
- Aficionados enfrentados. Hace falta una política de mínimos. Organización y capacidad para transmitir mensajes básicos y conocimientos para comprender el toro