Creo que nos encontramos ante el último grito en imaginería hi-tech. En el futuro se estudiará en los libros del arte como un gol al creacinismo, como un ejemplo de apoyo a la ciencia desde la Iglesia. Podría ser como el I+D implantando en la religión.
La cuestión es que en Zaragoza hacía bueno y en Barna nos está lloviendo (poquito).