Casi nadie por las calles del centro de Salamanca un ratito antes del debate. Además, se iban yendo de los bares (¡milagro!)
Hasta abandonaron la carpa de Rajoy (nunca pensé que le gustase el camping al PP)
Por cierto, hoy alguien me pilló bailando la musiquilla del PP que desprendía su autobús de propaganda a la puerta del hotel.