Quod natura non dat, Salamantica non praestat.
La tuna lo reinterpretó:
Quod natura non dat, Salamantica tuna praestat.
Salamanca es una ciudad diferente. Aún recuerdo nuestro personal homenaje a Farina, cantando el «Salamanca, campero» en el balcón cuando jugábamos al «Okalimotxo».