Llevaba tiempo con ganas de escribir sobre esto. Fue de lo mejor del verano pasado. De cuando en cuando, si me da el bajón, me imagino cuál sería mi trabajo. Reflexiono sobre qué me gustaría hacer y creo que lo más parecido a adquirir un compromiso social y consecuente con la profesión es lo que hacen los amigos de Piraván. Siguen llamando del «otro lado del mostrador»; me temo que no valgo para eso. Sí soñaría con estar un ratito junto a estos cracks currando.
- Contenido relacionado por Etiqueta
- Derechos Humanos
- Gijón
- Javier Bauluz
- periodismo
- Piraván