Lo normal es encontrarse a señores con chaqueta y corbata diciendo obviedades, lugares comunes, afirmaciones políticamente correctas. Antonio M. Pérez, consejero delegado de Kodak, es un español que pasará a la historia por su decisión y diligencia.
Cambió Kodak. Ya no es la empresa de las películas de fotos. De hecho, él tomó la decisión de extinguir el carrete. A cambio ha convertido la multinacional en una de las compañías con mayor número de patentes, su tecnología está en cámaras de otros fabricantes y teléfonos móviles.
A pesar de lo radical de algunos de sus planteamientos, en su boca sonaban como la mejor opción.