Lo de mis padres es un milagro. Más de 30 años juntos y se llevan bien. Parece que hasta se quieren.
No sé si eso es una excepción o sigue pasando… (Desde luego, a mí no. Ya me lo decían, ya: «Rosita, que tú lo vas a tener muy difícil porque tu padre es muy bueno y, sólo por comparación, van a salir mal parados»).
La cuestión es que, a pesar de muchos que quieren mandar en su vida y en la de los demás, no es que hoy se puedan cometer errores, porque ninguna relación es un error, pero sí se puede volver a jugar a la ruleta del amor alguna vez más sin daños colaterales. Si así son las nuevas familias, ¡pues que vivan!
Paloma Bravo, ágil, audaz y de mirada vivaracha, pone el foco en lo más difícil: los hijos. Los propios, los de la pareja y los que llegan con naturalidad y sencillez. El encuentro digital de La novia de papá se convirtió, casi casi, en un consultorio sentimental.
Actualización: La novia de papá tiene blog en EL PAÍS.