Se estrenó en agosto y, por suerte, ha pasado despercibida. El cine con olores existe. No con sudor, pizza o palomitas, a eso hace tiempo que nos acostumbramos. Con olor deliberado, como un extra para atraer audiencia.
La cuarta dimensión del cine es el olor, aroma o perfume, según el caso. ¿Quién se atreve?