Terminó el Mundial pero sigue el trabajo. Me gusta trabajar en verano. Madrid es genial. Se puede hacer todo pero no hay colas, ni esperas, pero sí amigos de paso a los que distraer si se saca un poquito de tiempo.
Cuando estaba en el cole, los viernes compraba EL PAÍS yo (y no mis padres) para leer el Tentaciones. Me encantaba. A medida que he conocido a gente que lo hacía he terminado de comprender el motivo.